Es cierto que en la era digital, muchas personas están optando por leer en dispositivos electrónicos en lugar de leer en papel. Esto puede deberse a una serie de factores y tendencias culturales, y tiene implicaciones no siempre positivas.
La lectura en papel ofrece una serie de beneficios que pueden mejorar la experiencia de lectura y tiene un impacto positivo en la comprensión, retención y disfrute del contenido.
Cuando lees en papel, estás menos expuesto a las distracciones digitales, como notificaciones de dispositivos electrónicos o el tentador acceso a internet. Esto puede ayudarte a concentrarte mejor en el contenido.
Varios estudios han sugerido que la lectura en papel puede estar asociada con una mejor comprensión y retención del material en comparación con la lectura en pantalla. La tangibilidad del papel y la disposición física de las páginas pueden ayudar a procesar y recordar la información.
Los lectores tienden a involucrarse más profundamente con el contenido cuando leen en papel. Esto puede resultar en una lectura más reflexiva y una mayor apreciación de la obra.
La pantalla de un dispositivo electrónico emite luz azul, que puede causar fatiga visual y afectar el sueño. La lectura en papel evita esta exposición a la luz azul, lo que puede ser beneficioso para la salud ocular y el descanso.
Los libros impresos son fáciles de prestar, regalar o compartir con amigos y familiares. Esto facilita la difusión del conocimiento y la promoción de la lectura, tampoco requieren acceso a dispositivos electrónicos ni conexión a internet, lo que los hace accesibles para personas que pueden no tener acceso a la tecnología digital.
Muchas personas tienen una conexión emocional con los libros en papel, ya que pueden recordar dónde y cuándo adquirieron un libro en particular, quién se lo regaló o las notas que tomaron en sus páginas.